Historia Sección Baloncesto

  • El Baloncesto

    El deporte del baloncesto está considerado como la segunda disciplina, en interés y espectacularidad, entre los que se practican en nuestro país. Haciéndose rezo de ese sentir, el C. F. Barcelona lo incluyó en su órbita hace ya muchos años. Exactamente el 24 de agosto de 1926 – y ya han pasado 83 años – , inició sus actividades en la Entidad, que en esa fecha estaba presidida por don, Arcadio Balaguer Costa, siendo el primer Delegado de esta Sección don Juan Borrell, padre del que más tarde debería ser un excelente jugador azulgrana. Un deporte que estaba en sus comienzos, debía tener, necesariamente, las dificultades lógicas de cuanto se inicia con grandes ambiciones, pero con limitados medios. Así, el primer terreno de juego que se utilizó para la práctica del baloncesto fue el Sol de Baix, pasando algunos años después a un pequeño campo situado junto al desaparecido campo de Les Corts, detrás del gol sur, el piso del que de tierra no fue debidamente acondicionado con cemento hasta después del año 1939.

    Azulgranas Destacados

    Uno de los primeros entrenadores que tuvo esta Sección fue don José Vila, que ocupó el cargo en los años anteriores al año 1936. Cuando, transcurrido el paréntesis de la Guerra Civil Española, el Baloncesto reanudó sus actividades de competición, la dirección técnica del cuadro estuvo a cargo de don Enrique Henry, quien, al mismo tiempo, dirigió también al equipo femenino de esta misma disciplina, ganador en la temporada 1941-42 del Campeonato de Cataluña. Algunos de los jugadores azulgranas más destacados en este deporte con anterioridad al conflicto bélico nacional, habían sido Carbonell y Tomás, ambos con el entorchado de la internacionalidad y Almacellas, casado con la famosa nadadora Granados. En aquellas fechas, este novato deporte barcelonista recibió su mayor impulso del directivo señor Molas, que cuenta con un buen equipo de colaboradores en las personas de los señores Cardús -para los equipos juveniles- y Borrell jr., como encargado de la Sección.

    Resurgimiento e ilusión en el futuro

    Tres años, visto con la perspectiva del tiempo pasado, no es nada, apenas un recuerdo. Esto dura la permanencia del Barcelona en Segunda. La brillantísima temporada realizada en 1964-65 tiene como consecuencia la obtención del título de Campeón Nacional de Segunda División, y, por tanto, el ascenso a la División de Honor. Algo así como la vuelta a casa. La clave del triunfo, principalmente, había estado en manos de dos jugadores formidables: Sanjuán y Navarro. Las Secciones estaban presididas a las horas por don Joan Piera Serís, cuyo dinamismo y constante afán de superación habían logrado que el Baloncesto pudiera resurgir del pozo que había caído, para cuya meta había contado con una colaboración inestimable al frente al baloncesto azulgrana: don José Giró Silvestre, auténtico apasionado de este deporte que supo, a su vez, rodearse de un grupo de excelentes barcelonistas amantes a trabajar incansablemente para forjar el conjunto que debería llegar en la máxima categoría. Algunos de estos hombres fueron Juan Vinyes (Subdelegado), Manuel Junqueras (Delegado de Equipo), Eduardo Pórtela (Entrenador), Luis Trabal (Juveniles) y Ricardo Gabarro (Mini-basket).

    Azulgranas Destacados

    Uno de los primeros entrenadores que tuvo esta Sección fue don José Vila, que ocupó el cargo en los años anteriores al año 1936. Cuando, transcurrido el paréntesis de la Guerra Civil Española, el Baloncesto reanudó sus actividades de competición, la dirección técnica del cuadro estuvo a cargo de don Enrique Henry, quien, al mismo tiempo, dirigió también el equipo femenino de esta misma disciplina, ganador en la temporada 1941-42 del Campeonato de Cataluña. Algunos de los jugadores azulgranas más destacados en este deporte con anterioridad al conflicto bélico nacional, habían sido Carbonell y Tomás, ambos con el entorchado de la internacionalidad y Almacellas, casado con la famosa nadadora Granados. En aquellas fechas, este novato deporte barcelonista recibió su mayor impulso del directivo señor Molas, que cuenta con un buen equipo de colaboradores en las personas de los señores Cardús -para los equipos juveniles- y Borrell jr., como encargado de la Sección.

    Los Campeonatos de Cataluña

    Los Campeonatos de Catalunya se surgen ininterrumpidamente con superioridad barcelonista, y la Sección engrosa sus filas con nuevos valores como Navarrete y Kucharski. De 1950 a 1958, los equipos azulgranas, en sus diferentes categorías, alcanzan algunos Campeonatos, pero ya había mermado en muchos enteros aquella fuerza arrolladora de los años anteriores y nuevas estructuraciones en el Baloncesto español, junto con momentos de crisis en el Club -a debido a la fase de construcción del gran Estadifan perder potencia a los nuevos cuadros. El día 7 de enero de 1958 es nombrado Presidente de las Secciones Esportivas don Enrique Llaudet Ponsa. El nuevo voy dirigente de los deportes barcelonistas se lanza decidido a la formación de un gran equipo, y los hermanos José Luis y Alfonso Martínez reingresan de nuevo en la plantilla junto a Buscató, Canal, Bonareu, Cano, Meléndez, Planes y Mateu; es entrenador Jaime Isal, y delegados los señores Trabal y Cano. Los resultados no se hacen esperar. Esa misma temporada, ya citada más arriba, se culmina con la obtención de los dos títulos nacionales en litigio: El C. F. Barcelona es Campeón de Liga y de la Copa de S. I. el Generalísimo. Disputar la Copa de Europa había llegado a ser realidad. Sin embargo, esta doble victoria no fue más que un castillo de fuegos artificiales. A principios de 1961, el Barcelona se retira voluntariamente de la máxima División y pasa a desarrollar sus actividades de baloncesto en la división inmediata inferior.

    La más ardua labor había estado centrada, principalmente, en Juveniles y Juniors, vivero del que se nutre en todo momento el primer equipo. Es ya en 1968 cuando se hace cargo de la Sección Técnica el acreditado preparador don Javier Añúa, que refuerza el conjunto con nuevos valores. García Reneses, Costa y Camps, y el estadounidense Albi Grant firman sus fichas por el Barcelona, ​​aunque Albi Grant, debido a su comportamiento, no llega a finalizar la temporada. Y mientras tanto, dos formidables conjuntos le van perfilando, que son la más clara esperanza para el futuro. Se trata de los equipos Juvenil y Junior, bajo la dirección técnica de Francisco Bernat y Vicente Sanjuán, que cuentan a su vez, con las valiosas colaboraciones de Luis Trabal y Carlos Dumenjó. Un año más tarde, ya casi en las puertas del presente, se incorporan Azpiazu, Flores y Carmichael, que representan un considerable refuerzo para nuestro Baloncesto.

    Épocas Gloriosas

    Corría en 1944 cuando, en sustitución del señor Borrell, se hizo cargo de este deporte, como nuevo Delegado, don Julián Canal, que dirigió una de las más gloriosas épocas de la Sección de Baloncesto, siempre en estrecha cooperación con el ya vetarán y siempre hábil señor Cardús, quien por tercera vez, y demostrando su valía de colaborador insustituible, puso todo su saber y leal conducta junto al del hombre que debería relevar a don Julián Canal, don Prudencio Trabal, con el que formó un perfecto binomio hasta 1961, después de haber coincidido una etapa de transición entre 1950 y 1958, y haber llegado a la más alta cota del Baloncesto, azulgrana al conseguir en la temporada 1958-59 el doble Campeonato Nacional de Liga y Copa del Generalísimo, y su derecho, con ello, a disputar la Copa de Europa. Fue delegado federativo durante esa época don Francisco Cano Bernabé.



    El primer título

    Pero nos parece que vamos muy rápido y deberíamos volver atrás de nuevo. En 1928, sólo dos años después de su fundación, el «cinco» barcelonista llega a su primer título de Campeón de Cataluña, honor que lograría en varias ocasiones más hasta 1936. En 1940, puesta nuevamente en marcha la actividad deportiva del país, se hace cargo de la dirección técnica del equipo de Baloncesto Fernando Font, después de unas temporadas como jugador en activo. El Barcelona cuenta con una espléndida plantilla en la que figuran, entre otros muchos, nombres como los de Ferrando Manolín , los hermanos Pedro y Miguel Carreres, Galve, Duñach, Borrell, Capella, Pintó, Martínez… Son un grupo prácticamente invencible en las pistas de juego. Los equipos más destacados dentro de este deporte en aquellos años, eran el Layetano, Montgat, Hospitalet, Espanyol, Juventud de Badalona y C. F. Barcelona.

    El Palau Blaugrana

    Otro capítulo importante es el de la valiosa y nutrida aportación que las Secciones del C. F. Barcelona han dado a las Selecciones Nacionales. Pensando siempre en el futuro, y con clara visión del porvenir, el C. F. Barcelona acometió en su momento la construcción de esta maravilla arquitectónica que es el “Palau Blaugrana”, donde su polideportiva pista tendrá lugar, en las más óptimas condiciones, el desarrollo competitivo de todos los deportes que acogen a las Secciones. El baloncesto, aunque no el más antiguo, sí uno de los pioneros, debe proyectarse con mayor intensidad ajeno a nuestras fronteras, buscando, sobre todo en las competiciones europeas, su camino de gloria. Esta es la razón de que para la temporada 1971-72, recién iniciada, se haya tenido un interés muy especial en la formación de un cuadro con todas las garantías de calidad y juventud, del que forman parte hombres como Costa, Camps, Sada, Flores, García Reneses y Norman Carmichael, cuyo promedio de edad alcanza la estimable y prometedora cifra de 21 años. Junto a ellos, la categoría indiscutible de Sanjuán y Azpiazu, y dos nuevos fichajes, sin regatear esfuerzos, para que el baloncesto azulgrana tenga el más prometedor germen de futuro, el espectacular José Mª Soler y el magnífico atleta estadounidense Charles Ray Thomas, cuya nacionalización se encuentra, en estos momentos, pendiente de resolución. La enorme calidad de juego de este cuadro y la proyección internacional porque ha sido pensado necesitaba de la incorporación a la Secretaría Técnica de una reconocida personalidad en el mundillo del Baloncesto. Esta labor ha sido encomendada al reconocido barcelonista don Ramón Ciurana, industrial barcelonés, quien desinteresadamente viene actuando en pro de un mejor "cinco" de nuestro baloncesto desde los inicios de la pretemporada. Las perspectivas, extraordinarias, hacen concebir en estos momentos las más caras esperanzas.

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