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Estrellas blaugranas
1956: Alfonso Martínez
Llegó de la mano de sus hermanos Miguel y José Luis que ya jugaban en el equipo barcelonista
Alfonso Martínez (el segundo a la derecha de pie) con un equipo del Barça de la Temporada 1957/58
Nació en Zaragoza el 24 de enero de 1937 aunque casi toda su carrera deportiva la realizó en Barcelona, a donde se trasladó su familia cuando él era todavía un niño. Comenzó a jugar a baloncesto en su colegio, la Salle de Zaragoza y después, ya en Barcelona, jugó en el Español, FC Barcelona, Aislamilar de Montcada, Real Madrid, Picadero, Joventut y Mataró para acabar su larga trayectoria en el Breogán de Lugo. Fue 146 veces internacional, participando en dos Juegos Olímpicos (Roma 1960 y México 1964) y militando en la selección desde 1956 a 1969. No llegó a los 150 partidos -lo que le significaba ventajas económicas- porque Pedro Ferrándiz, el seleccionador de la época, decidió castigarlo alegando indisciplina. Alfonso Martínez fue un jugador despreocupado con los detalles externos, pero siempre intenso en la pista, en donde destacó como anotador y reboteador, llegando a ser el mejor de la especialidad en un Campeonato de Europa, a pesar de sus escasos centímetros en comparación con los pívots europeos, que ya superaban ampliamente los dos metros. “No siendo excesivamente alto sabía saltar antes que los rivales y les aventajaba por su brevedad en el salto”, explicaba Fernando Font, quien lo tuvo como jugador en el FC Barcelona y en la selección española.
Fue un jugador tan genial como indisciplinado y marcó una época a la sombra de su hermano José Luis
Alfonso Martínez destacó siempre a base de eficacia reboteadora
Al Barça, Alfonso llegó de la mano de sus hermanos Miguel y José Luis, que ya jugaban en el equipo barcelonista. Dicen que él tenía vergüenza de ir con ellos y someterse a una prueba, por lo que fue necesario que un respresentante azulgrana viajara a El Masnou, donde residía la familia, para convencerlo e incorporarlo al equipo infantil, con el que fue campeón de España. La carrera de Alfonso fue siempre ligada a la de su hermano José Luis -“José Luis era mil veces mejor que yo -señaló siempre Alfonso-, pero se retiró pronto”- y con él se fue al Real Madrid. “Nos pagaban 15.000 pesetas al mes y el alojamiento en el hotel Victoria, que era el de los toreros”, explicó Alfonso, que se encontró con la gran decisión de su vida cuando José Luis le dijo que no quería continuar en el Real Madrid, que quería regresar a Barcelona, donde tenía más fácil terminar sus estudios de derecho. “Me voy contigo”, le respondió Alfonso tras la duda. Y dejaron plantado a Raimundo Saporta en el Hotel Oriente, a donde habían acudido, teoricamente, a sellar su continuidad como jugadores blancos.
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Estrellas blaugranas
1956: Alfonso Martínez
Llegó de la mano de sus hermanos Miguel y José Luis que ya jugaban en el equipo barcelonista
Alfonso Martínez era un buen defensor aunque a veces no le daba importancia a esta faceta del juego
Y pusieron en un apuro al Barcelona, que se encontraba con la oportunidad de incorporar a dos jugadores determinantes cuando ya tenía la plantilla cerrada. Fue Enrique Piera, directivo barcelonista, quien asumió la situación y decidió fichar a los dos hermanos Martínez. Fue un acierto total porque redondeó un equipo (Bonareu, Buscató, Canals, Cano, Alfonso, José Luis, Mateu, Meléndez, Miró y Plana) que aquella misma temporada iba a conseguir su primer título en la Liga Española, redondeándolo con la conquista de la Copa. Alfonso estuvo en el Barça hasta que Enrique Llaudet decidió retirar la sección de la primera línea por problemas económicos, un año después del doble e inesperado éxito. Alfonso Martínez encontró después un club con el que se identificó totalmente y con el que le identifica la historia: el Joventut de Badalona.